Camino del Norte

Dónde comer en el Camino del Norte

La gastronomía es uno de los platos fuertes del Camino de Santiago, especialmente si te decides por el Camino del Norte, caminando con la costa cantábrica a tu derecha camino de Santiago de Compostela. Esta ruta, que avanza paralela al Mar Cantábrico, hacer sentir privilegiado al peregrino, por la variedad y calidad de platos típicos que podrá degustar después de largas etapas.

El peregrino partirá desde Irún visitando comunidades autónomas como País Vasco, Cantabria y Asturias, hasta adentrarse en Galicia por Ribadeo, pudiendo encontrar en todas ellas gran variedad y calidad gastronómica, cada una con su sello particular, realmente reconocible, recompensando el estómago del peregrino tras las largas y duras etapas que le esperan en esta ruta y a la vez calentando su alma.

En País Vasco, el peregrino va a encontrar una gran variedad de platos entre los que el pincho se sitúa quizás como el más popular e internacional, pudiendo llevarnos al paladar auténticas obras de arte para todos los gustos y bolsillos, con cada local de restauración intentando distinguirse creando sus propios pinchos. Sin embargo si lo nuestro no son los pinchos, encontraremos también una amplia variedad de pescados y platos típicos como el bacalao a la vizcaína o el marmitako.

Por otro lado, a nuestro paso por Cantabria nuestro paladar tampoco va a verse desatendido, encontrándonos a nuestro paso tanto con platos típicos del mar como las almejas, centollos, nécoras o bogavantes sin olvidar el plato estrella de la región, la sardina. Tampoco conviene olvidarse de otras especialidades, como el cocido montañés.

Dejando atrás Cantabria, entraremos en la tierra de la sidra, Asturias, que recompensará al peregrino de buen comer con impresionantes platos de cuchara como la fabada, el queso de cabrales, el chorizo a la sidra o el ya internacional cachopo, solo para los más valientes.

El Camino del Norte, como todas las rutas que llegan a Santiago, se acaba adentrando en Galicia y en su caso lo hace a través de la localidad de Ribadeo. Galicia ni mucho menos se queda atrás en oferta gastronómica dentro del nivel global del Camino del Norte, que es altísimo. Al final de nuestro camino, cuando las piernas más pesan, es hora de alimentar nuestro espíritu con el mejor marisco, el pulpo, la ternera gallega e increíbles postres como la tarta de Santiago.